¿Qué es “Scientology?
Una religión fundada por “L. Ron Hubbard” un escritor de novelas de ciencia ficción, que cuenta entre sus adeptos a famosos a los actores Tom Cruise, John Travolta, Lisa Marie Presley (la hija de Elvis), el cantante Beck y a Nancy Cartwright.
El mismo culto que fue declarado “secta destructiva” en Alemania. Un credo que se desarrolla en un clima misterioso, con zonas oscuras y más dudas que certezas.
Desde hace un tiempo, llego a nuestro país “la sede argentina de la Cienciología”, su nombre en español. Un edificio sobre la calle Ayacucho se muestra engalanado por una larga bandera violeta que cuelga desde lo alto de sus cuatro pisos. Donde con letras doradas dice “Scientology”. (Si pasan por enfrente por favor no lo confundan a este lugar con un centro de belleza y estética, y cometan la locura de subir)
Es una realidad esta “secta o religión” llegó y sus seguidores están entre nosotros.
La revista “Veintitrés”, se acerco a la sede porteña para realizar una nota, el cronista apenas entró a la Sede, le propusieron hacer un test que lo llaman: “Descubrí 10 puntos clave de tu personalidad”.
El periodista aceptó, y le dieron un cuestionario de 200 preguntas. Donde estaba muy en claro que revisaban todas las posiciones y visiones del cronista, ante diferentes temas, como que opinaba sobre la pena de muerte, el aborto, el casamiento entre personas del mismo sexo, hasta si sufría ataques de pánico. Luego lo invitaron a pasar a un micro cine donde le dijeron que mientras ellos revisaban sus respuestas, le iban a pasar un vídeo de presentación de la Cienciología, con imágenes y textos.
Más tarde se le presento una mujer de nombre “Norma Rooney” es una de las líderes del culto, y le dio el diagnóstico: “Te gusta lo que haces. Pero eres inestable, con tendencias a la depresión porque que no logras cumplir tus objetivos. Te recomiendo que hagas el curso de alzas y bajas”.
Gustavo Libardi, director de asuntos especiales de la institución, le explica luego al periodista que “La Cienciología es el estudio del conocimiento más profundo”. Que su fundador quiso darle a la humanidad una técnica que le permitiera mejorar, progresar en el aspecto emocional y un mejor entendimiento de la vida.
Esta religión eleva el “autodeterminismo” de las personas. Y, luego, el “pandeterminismo” que es la capacidad de manejar el determinismo de otros en un área.
Claro que esa cualidad no debe ser usada de manera destructiva.
El periodista continuo hablando con Libardi quien en ciertos momentos, se mostro un tanto tensionado y en otros muy amable.
“Los engramas son partículas de memoria alojadas en el inconsciente y tienen efectos negativos en el comportamiento de las personas. Mediante las auditaciones, que es una de nuestras técnicas, se puede detenerse en escenas de la vida en la que se produjeron esos engramas y limpiarlos. El cerebro registra todos los acontecimientos. Con este método, se puede revivir, incluso, el período prenatal. También podemos recordar nuestras vidas pasadas. Vivimos una sola vida, la vida eterna.”
– ¿Cómo justifican esa creencia?
–Tenemos múltiples vidas. Yo volví de otra vida, para mí es real, no es una creencia.
* Hace 60 años, Hubbard publicó “Dianética” el libro que expone los principios básicos de la religión. El escritor de ciencia ficción, a quien sus seguidores señalan precoz, siempre buceó en las profundidades del alma humana. A los tres años habría comenzado sus investigaciones, a los 19 recorrido más de 400 mil kilómetros en viajes. Al ingresar en la carrera de ingeniería habría tomado contacto con los inventores de la bomba atómica, que le habrían propuesto unírseles, aunque Hubbard se negó. Ingresó a la marina estadounidense. Pero decidió abandonarlo todo, mantenerse a través de la literatura y dedicarse a profundizar su sistema de pensamiento. En 1986 llegaron los primeros seguidores del culto a la Argentina. Hoy afirman tener alrededor de 15 mil adeptos.
– ¿Como que están en contra de la psiquiatría?
–Si bien los psicólogos admiten la existencia de una persona, los psiquiatras la tratan como si fuera un mecanismo. Según la tendencia, recetan 28 psicofármacos o uno. La psiquiatría nació en el mundo nazi.
Y cuando la gente no logra resolver problemas sencillos, las pastillas se erigen como una solución mágica.
– ¿Qué opinan sobre el matrimonio gay?
–Es un problema grave, un conflicto claro. Como todo problema grave es difícil de tratar.
Pero si la persona lo desea, puede cambiar. Se puede hacer heterosexual. Vienen muchos homosexuales a tratarse. Saben que algo no está bien. Pero para tratarse necesitarían no haber tenido relaciones sexuales durante algunos meses. Es increíble la cantidad de gente que viene y dice haber violado a menores. Si la persona cumplió su condena, se la audita y se puede empezar a trabajar. Si lo hace en el presente, no lo tomamos. Un auditor sabe a través de la aguja del émetro si lo que dice la persona es cierto o no. Este instrumento, que inventó Hubbard, no es un detector de mentiras, es mucho más complejo y preciso.
“Anonymous” es una organización mundial que denuncia el accionar de la cienciología.
Uno de sus miembros, que prefirió preservar su identidad, conversó con “Veintitrés”
“Es una estafa internacional disfrazada de religión. Manipulan a sus miembros y lavan sus cerebros. En varios países se impulsa que no sean aceptados como iglesia.
En Francia los condenaron por fraude y práctica ilegal de la medicina. En Italia los allanaron hace pocos días y encontraron documentos en un sótano sobre investigaciones que les hacían a sus ‘enemigos’: jueces, periodistas y ex miembros. En Alemania es donde son más combatidos. Captan gente de muchas maneras. Tienen organizaciones de superficie que se llaman comisiones de derechos humanos. También ofrecen trabajo a jóvenes a los que van introduciendo en la organización”.
–Nos dedicamos a florecer y prosperar. Nunca atacamos a nadie. Pero si nos difaman, contraatacamos velozmente para que no nos molesten –advierte Libardi.
–En Alemania fue catalogada como secta.
–Alemania es un país muy especial, tiene problemas con muchas religiones. Yo presido una fundación de derechos humanos y me relaciono con Libardi tanto como con Bergoglio, el rabino Bergman o el rabino Goldman. Que yo sepa, no hay cienciólogos en la Fundación.
– ¿Por qué se acerca tanta gente famosa a la iglesia? –pregunta Veintitrés a Libardi.
–No es nuestra meta. Que Cruise o Travolta sean miembros de la iglesia nos trajo buena prensa. Pero no ponemos la atención allí.
– ¿Hay famosos argentinos?
–No le puedo dar los nombres, no sé si estarían de acuerdo en darse a conocer como cienciologistas. La actriz Susana Campos, que falleció, estaba consustanciada con la dianética.
El actor Juan Vitali reconoce ser miembro de la iglesia: “Las auditaciones son como una limpieza de CPU necesaria para todos”, afirma.
– ¿Existe un sistema de comisiones para los cienciólogos que atraigan a otros fieles?
–A aquellos que traen gente se les paga una comisión –reconoce Libardi– y si una persona es muy activa y se destaca se le entrega un premio. Es como cualquier trabajo.
–Pero esto es una religión.
–Sí. Y estas personas hacen un trabajo para conseguir algo que beneficiará al mundo.
–Suena a una religión “tupperware”.
Libardi se ríe.
Otros:
*La Iglesia de la Cienciología, fue rechazada en Alemania y próxima a ser juzgada en Francia por “estafa como banda organizada”, no necesita una deidad con aspecto de abuelo. Para eso tiene a Tom Cruise, santo Tomás de Hollywood, que con los años dio un vuelco más que espectacular: de actor carilindo capaz de cargarse a los hombros un tanque hollywoodense pasó a ser su mejor y más fanático evangelizador, un ministro de propaganda, destrozado recientemente por el historiador alemán Guido Knopp, quien disparó a mansalva: “Tom Cruise es el Goebbels de los cienciólogos”.
*La cienciología así vista es una religión silenciosa y de puertas adentro cuya primera señal confusa salta desde su propio nombre: la cienciología carece absolutamente de ciencia, de fórmulas o algoritmos bizantinos para hallar la paz interior o la salvación. Scientology (su nombre-marca original, propiedad de la corporación Religious Technology Center, que la regentea como franquicia) significa más bien “el estudio de la verdad”. Sus miembros dicen que son la religión de mayor crecimiento en los últimos años. Esto incluye a la Argentina.
*Lo único remotamente científico, o tal vez técnico, de este culto es una máquina llamada “electropsicómetro” (e-meter). Es una especie de “polígrafo” con dos manivelas que los feligreses utilizan para “auditarse” (algo así como confesarse) frente a otro miembro más avanzado que los interroga acerca de sus dolores físicos y sus emociones negativas (engramas) a ser purgadas. Tal vez por eso el filósofo Frank K. Flinn llamó a la cienciología “el budismo tecnológico”.
Suicidios, Fraude, otras delicias
Es prudente advertir a los interesados en hacerse cienciólogos que al adherirse a la organización se exige la firma de un contrato por mil millones de años. El documento puede leerse en http://tinyurl.com/3fc7gk, su organización es conocida más por los escándalos que por sus actos de salvación individual: suicidios a granel, como el del hijo de Hubbard, Quentin, de 22 años, sólo un caso entre 21 muertes contabilizadas en el sitiowww.scientology-kills.org, denuncias de lavado de cerebro, acusaciones de explotación financiera a sus miembros en Bélgica, Alemania y Grecia (se afirma que el reclutamiento comienza con el ofrecimiento de exámenes gratuitos de personalidad), juicios por conspiración, fraude, obstrucción a la Justicia, difamación, extorsión, falsificación de documentos, practicar la medicina sin licencia en Australia, Noruega, Suiza, Dinamarca, Holanda y Suecia.
El escándalo más llamativo, sin embargo, estalló en 1977 cuando el FBI allanó varias sedes de la Iglesia en Estados Unidos para desmantelar una red de espionaje de cienciólogos que se habían infiltrado en agencias gubernamentales estadounidenses para robar y destruir documentos que los perjudicaban.
*Como no podía ser de otra manera, el campo de batalla preferido por los detractores de la cienciología es la Web.
*En su video Mensaje a la cienciología, subido a YouTube el 21 de enero pasado, el primero de sus hasta ahora tres video ofensivas virales, dicen con voz metálica: “Hola líderes de la cienciología. Somos Anonymous. Durante años hemos observado sus campañas de desinformación. Hemos decidido que su organización debe ser destruida por el bien de la humanidad. Los expulsaremos primero de la red y luego los desmantelaremos. No tienen dónde esconderse. Estamos en todos lados. Somos una legión. No perdonamos. No olvidamos”. Y recién comienzan.
*Los cienciólogos (comunes y celebrities) contestan que nadie los entiende, que los atacan, que son víctimas, cuando lo único que quieren es hacer el bien, limpiar el mundo. Sus creencias, sin embargo, van más allá: como toda religión se hunden como consuelo, placebo mental, ancla de seguridad. Tal vez representan algo más arraigado, una necesidad fisiológica fruto de la desesperación. Porque, como dijo Chéjov, “un perro hambriento sólo tiene fe en la carne”.
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Saquen sus propias conclusiones. Pero el blanco es blanco, el negro es negro, y planeta “miércoles no existe”.
María L. Coda
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