domingo, 2 de diciembre de 2007

"Bailar es soñar con los pies."


Mikhail Nikolaevitch Baryshnikov (ruso: Михаил Николаевич Барышников) (n. 28 de enero de 1948) es un bailarín, coreógrafo y actor americano de origen ruso. A menudo se le reconoce como el mejor bailarín de ballet del mundo. El crítico Clive Barnes una vez le llamó "el bailarín mas perfecto que jamás he visto".


Misha, como es conocido cariñosamente Mikhail Barishnikov en el mundo artístico, es un hombreirreverente, muy conciente de su gran talento para la danza y que a sus 56 años sigue conservando su gran sex-appeal. Este último don le ha sido de gran utilidad, no sólo en su vida personal, sino artística, pues ha logrado hacer llegar al público esa sensualidad y magnetismo cada vez que aparece en escena. De allí, que muchas de sus fans no son sólo amantes de la danza, sino personas comunes y corrientes que han quedado atrapadas con su particular forma de moverse y su gran calidad interpretativa.
Aunque muchos medios de comunicación afirman que se retiró de las tablas en el año 2002, sus presentaciones, tours y montajes actuales dicen lo contrario. Como él mismo afirma, nació para bailar pues de la unión de su cuerpo con la música y el movimiento siente que alcanza su plenitud como ser humano. Hoy en día, busca ampliar sus horizontes artísticos, participando en proyectos teatrales, televisivos y cinematográficos, en los que su talento ha quedado evidenciado.


Letonia y Rusia: debut y despedida
Baryshnikov nació el 27 de Enero de 1948 en Riga, Letonia, en el seno de una familia disfuncional. Sus padres nunca se casaron y pronto se separaron. Su madre pronto se volvió a casar y de su segundo matrimonio nacieron 2 hijos, sin embargo tanto ella como su segundo esposo murieron durante la Segunda Guerra Mundial. Su padre era un militar de alto rango, encargado de adiestrar a los nuevos soldados de la academia militar de Riga.
Sus inicios en la danza fueron totalmente espontáneos. En una entrevista realizada por Larry King para la cadena CNN, Mikhail contó que un desfile con motivo del Día de la Revolución Socialista, al que él y su familia asistían para a ver a su padre marchar, se reunían los civiles y bailaban danzas típicas rusas o ucranianas; repentinamente, como por instinto se unió al grupo sin estar invitado y terminó llevándose las ovaciones del baile. Una vez descubierta su vena, sus padres buscaron de canalizar su talento de forma académica.
Es así que comienza sus estudios de ballet en Riga a los nueve años de edad, de allí pasa a la escuela de ballet del Kirov de Leningrado, hoy San Petesburgo, en donde se graduó y para la cual se convirtió, rápidamente, en bailarín principal en el año 1969. Con el Kirov, se dio a conocer al mundo; su brillante técnica, calidad interpretativa y asombrosos saltos fueron reconocidos por todos los críticos, que no tardaron en considerarlo una estrella del ballet clásico. Sin embargo y de forma paralela, Misha sentía que su experiencia dentro de la estructura formal de la danza soviética estaba cercando sus límites. El joven bailarín ambicionaba conocer, aprender nuevos estilos, nuevas coreógrafos, nuevas formas de bailar que estaban muy lejos de tierras soviéticas.
De allí en adelante, llegar al mundo occidental sería su objetivo, el único inconveniente era cómo escapar de la vigilancia de la KGB.
En 1974 a la edad de 26 años, Baryshnikov fue invitado a participar en una corta gira por Canadá con otros jóvenes promesas del ballet ruso; una vez en Toronto, Misha pidió ayuda a varios amigos norteamericanos quienes lo pusieron en contacto con un joven abogado canadiense, quien le explicó todas las opciones que tenía y lo que debía hacer para solicitar asilo político. Él sólo debía bailar sin levantar sospechas, terminar su espectáculo y tomar un carro hasta la autopista en donde lo estarían esperando para ayudarlo a escapar.
La única preocupación de Baryshnikov en ese momento no era, ni el carro esperándolo fuera del teatro, ni su desempeño en la escena; sino su padre y hermanos en Rusia, quienes luego de su deserción serían duramente escrutados e interrogados por la KGB. Sin contar la humillación por la que pasaría su padre como militar cuando se supiera que su hijo había huido siéndole infiel a la patria.
A pesar de eso, Misha siguió adelante y años más tarde pudo contactar a su padre y sus hermanos.
Una vez en Canadá, Mikhail Baryshnikov bailó un tiempo con el Ballet Nacional de Canadá, hasta que se trasladó a Nueva York donde comenzó su nueva vida bajo cielos de libertad.


Balanchine su nuevo mentor
Llegado a la gran manzana, Baryshnikov comenzó a bailar en el American Ballet Theatre (ABT) como bailarín principal. Allí participó en innumerables repertorios clásicos, tales como: Don Quijote, El Cascanueces, La Bella Durmiente, El lago de los Cisnes, etc. junto con Natalia Makarova su pareja artística preferida. Según ha declarado varias veces Mikhail, con Natalia había una química especial que hacía que los pas de deux reflejaran una intensidad y sorpresa increíbles.
En 1979, Misha se mudó del American Ballet Theare hacia el New York City Ballet para trabajar con el reconocido coreógrafo George Balanchine, con quien amplió sus horizontes en cuanto a técnica y estilos coreográficos. En el New York City Ballet, hizo pareja con la bailarina Gelsey Kirkland, con quien bailó casi todas las piezas existentes en el ballet clásico y en el repertorio de Balanchine.
En 1980, luego de la repentina muerte de Balachine, Baryshnikov regresa al American Ballet pero esta vez no sólo como Bailarín principal sino como Director Artístico de la compañía, puesto que ocupó hasta 1990.
Una vez fuera de las filas del ABT, Mikhail decidió darle un giro a su carrera, orientada hacia otros estilos de la danza. Desde ese momento, comenzó a crear coreografías más modernas que a su vez se adaptaban mejor a su madurez personal y experiencia artística; es así como surge White Oak Dance Project, (WODP), su propia compañía fundada conjuntamente con el coreógrafo americano Mark Morris. Dicho por él mismo, White Oak Dance Project nació del deseo de darle un vuelco a las producciones artísticas. Con este proyecto, Misha ha fomentado nuevas formas de danza, promoviendo el entrenamiento de nuevos bailarines, coreógrafos y artistas en nuevas disciplinas experimentales o que están interrelacionadas con la danza como es el caso del teatro, la música y el cine.Entre el repertorio de White Oak Dance Project se encuentra Forbidden Christmas or The Doctor and The Patient, The Show de Achilles Heels, entre otras. Actualmente, Misha está centrando sus esfuerzos en la apertura de un nuevo centro ubicado en el lado oeste de Nueva York, donde pretende extender la misión propuesta con WODP de apoyar a jóvenes talentos nacionales y extranjeros que lleguen a Nueva York con la idea emerger o darse a conocer con nuevas propuestas artísticas.
El otro lado de su vida
Aunque muchos autores señalan que se ha casado tres veces, Mikhail Baryshnikov sigue siendo un hombre soltero, pero comprometido con su novia de hace más de 15 años, Lisa Rinehart con quien tiene tres hijos. Su hija mayor es fruto de su noviazgo con la actriz Jessica Lange con quien sigue mantieniendo una relación muy cercana.
Paradójicamente, ninguno de sus hijos heredó su pasión y talento por la danza; su hijo varón es jugador de jockey, sus dos hijas pequeñas son buenas gimnastas y la mayor está por entrar a la universidad.
A parte de su vida artística dedicada al mundo de la danza, Baryshnikov ha participado como actor en cuatro producciones cinematográficas, "Turning Point" (1977), "White Nights" (1985), The Cabinet of Dr. Ramirez (1991) y "Company Business" (1991). Por su participación en "Turning Point" fue nominado al Oscar como mejor actor secundario.
También se hizo acreedor de un premio Tony por su participación en la obra teatral de Broadway "Metamorfosis" de Frank Kafka. Su última aparición como actor la hizo recientemente en la pantalla chica en la afamada serie "Sex and the City" en el personaje de Aleksandr Petrovsky, el último novio de Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker).


Su objetivo va "más allá de la vanguardia o de avances técnicos" y busca "conmover al público", explicó. "Todo lo demás es una pérdida de tiempo". A sus 58 años, el bailarín aparecerá en el escenario "dos tercios del tiempo de espectáculo" y ofrecerá su baile en solitario y con los miembros del cuerpo de baile, formado por 13 artistas, "muchos de los cuales son estudiantes o acaban de terminar su formación", comentó.

En enero cumplirá 60 años y por su mente no pasan las palabras "retirada" o "jubilación". Y es que asegura: "Mientras que haya coreógrafos que me ofrezcan material para la edad que tengo seguiré bailando".
Asimismo, no duda en aclarar que si actúa poco "no es por la edad", es porque prefiere "preparar nuevos proyectos a lo largo del año y bailar en verano". Además, la mayor parte del tiempo lo dedica a gestionar la Baryshnikov Dance Foundation y el Baryshnikov Arts Center de Nueva York, con los que apoya a jóvenes talentos de todo el mundo.
Baryshnikov, que ofreció una rueda de prensa acompañado por la también veterana Ana Laguna, cree que este centro que dirige "es una forma de ayudar a obtener éxito a los jóvenes y una manera de compartir ideas".
Una de las últimas en compartir ideas con él será la sevillana María Pagés, Premio Nacional de Danza 2002, que impartirá una taller de una semana en el Baryshnikov Arts Center, "mostrando lo que el flamenco comparte con el resto de las danzas", y estrenando un nuevo espectáculo.
María Pagés no es la única española que pasa por el centro, ya lo hicieron este año "un grupo de artistas catalanes, como lo han hecho alemanes y franceses, y en breve lo harán de Rusia", su antiguo país.
LFundación Municipal de Cultura en colaboración con PhotoEspaña.
Los creadores representados en la muestra -subtitulada 'Celebridades detrás del objetivo'- representan distintas disciplinas, ya que hay entre ellos artistas plásticos, como Edgar Degas y Pablo Picasso; directores de cine, Pedro Almodóvar, Stanley Kubrick, Giuseppe Tornatore y Luchino Visconti; escritores, Jean Cocteau, Emile Zola, Allen Ginsberg, August Strindberg y Giovanni Verga; músicos, Bryan Adams, Graham Nash, Lou Reed y Patti Smith; actores, Jeff Bridges, Yul Brynner, Richard Gere y Leonard Nimoy, y un bailarín,
Mikhail Baryshnikov.Las fotografías -que han sido cedidas por museos, como el D' Orsay y el Centro Pompidou de París, la Librería del Congreso de Washington, el Stridbergmusset de Estocolmo o la Fondazione 3M de Milán- no sólo muestran una faceta desconocida de sus autores, sino que proponen un recorrido por la realidad de más de un siglo a través de la mirada de los artistas que le representan.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me a encantado el párrafo de eclipse de tiempo.

enserio que pasada. el balet para mi es un arte capaz de expresar ese tipo de emociones.

Algo Cambio: Cool hunters

FENOMENOS URBANOS: UN "OFICIO" QUE VIENE DEL EXTERIOR Y AHORA CRECE EN BUENOS AIRES.
Cool hunters, los jóvenes que andan por la Ciudad cazando tendencias

Trabajan para agencias de publicidad o en empresas de productos de consumo masivo. Y recorren las calles detectando comportamientos. Con esos datos se puede definir una campaña o nuevos negocios.

Cámara digital en mano, anotador y birome, una analista de tendencias urbanas registra sus movimientos y concluye. "Hay una vuelta a la naturaleza, con productos que apelan a los sentidos y alimentos funcionales que benefician a la salud. Comer rico, sano y rápido es lo que se busca", define la Licenciada Mariela Mociulsky, psicóloga con estudios de posgrado en investigación de mercado al frente del Área de Tendencias de la consultora CCR. Una de sus tareas: cazar modas urbanas.

Con el radar alerta, los cool hunters —cazadores de tendencias— se multiplican por la Ciudad rastreando hábitos de consumo y estados de ánimo en plazas, bares, recitales, tiendas de diseño, peloteros y canchas de fútbol. Relevan información valiosa: con estas percepciones, las empresas elaboran campañas publicitarias y definen pautas de consumo, entre otras cosas.

El término aún suena novedoso en Buenos Aires, aunque en Europa y Estados Unidos se escucha fuerte desde hace tiempo. Según Richard Welch, analista de tendencias culturales y director general
de Crystal —una empresa que recopila la información de 35 ciudades del mundo a través de 180 cool hunters—, Buenos Aires está en la categoría A, que incluye a "los lugares más influyentes de acuerdo
a su producción de tendencia o cultura global". Comparte el podio junto a Berlín, Nueva York, Tokio y Londres. Le siguen, en la categoría B, Caracas, Miami y Roma. Y en la Cse ubica, entre otras, Punta del Este.

Jueves por la tarde, Galería Ruth Benzacar, Florida al 1000. Bianca Monti y María Lucila D'Amico recorren la muestra de fotos de Marcos López. Se detienen frente a una mujer carnicera, con su
delantal enchastrado de sangre y un cuchillo en la mano. "Las barreras entre lo femenino y lo
masculino se están corriendo, la tendencia es que se abre el juego, que las mujeres también pueden estar en el lugar de los hombres", ensayan, con sus 21 años.

Estudian publicidad en la Escuela Superior de Creativos Publicitarios, que este año estrenó una
alianza con CCR para realizar 25 pasantías. "Queremos formar un equipo de jóvenes que pueda
salir a pescar los códigos de la Ciudad y que le puedan dar sentido a lo que ven", señala Mociulsky. "Para mí es natural analizar y procesar la información. Ojalá se convierta en un oficio", sueña D'Amico, jeans de tiro bajo, zapatillas de marca, remeras superpuestas. En "La Escuelita", así se la conoce entre los publicitarios, la matrícula aumentó un 17% en 2005. "El descubrimiento, la anticipación y el análisis
de tendencias tendrán un espacio exclusivo a partir de 2006 en materias específicas", apunta Adriana Amante, la directora.

La formación de estos recolectores de usos y costumbres también es materia de estudio en la Universidad de Palermo. "En mi cátedra de Diseño de Indumentaria, establecemos sistemas de relevamiento donde los alumnos investigan tribus urbanas consolidadas, emergentes y latentes para luego armar su propia colección", explica Gustavo Lento.

Nestlé, Fargo, Coca-Cola, Sprite, Nobleza Piccardo, Lucky Strike, MTV y Levi's, entre otras, contratan los servicios de los cool hunter. ¿De dónde sale el nombre? Lo creó la revista New Yorker en 1997 para describir el trabajo de Dee Dee Gordon, la pionera en esta especialización, que cruzaba todos los datos obtenidos y los volcaba en su agencia de tendencias Look-Look. Aunque cool en inglés significa "calma", refiere a una expresión cultural ligada a la raza negra como forma de autoexpresión.

¿En qué se traducen estas manifestaciones callejeras? "Se inspira diseño, contenidos de publicidades o consumos culturales, desarrollo de nuevos productos y mayor acercamiento a los segmentos a los que se dirigen las empresas, que cada vez están más interesadas en tener una guía de la sociedad argentina para accionar programas de responsabilidad social. Por eso no nos quedamos sólo en el retrato de los segmentos con poder adquisitivo. Estamos iniciando un curso de cool hunters para poblaciones de bajos recursos", apunta Mociulsky (ver recuadro).

La agencia de publicidad Young & Rubicam suele apelar a estos informes para armar su propia base
de datos y "utilizarla para todas las cuentas", comenta Clarisa Caraballo, supervisora del Departamento de Marketing. Los escenarios porteños que marcan tendencia, como lanzamientos, eventos, desfiles y muestras de arte también son observados por el equipo de periodistas, sociólogos, diseñadores y músicos que reportan para la agencia Ogilvy. "El espíritu es recorrer circuitos tradicionales y no tradicionales", dice Mariana Bricchetto, directora de Planning Argentina.

Una de las pioneras que rastrea tendencias en las calles porteñas es Kiwi Sainz. Entre sus últimas pesquisas, detectó para una marca de helados "la importancia que tenía para los chicos parar en el quiosco, como un mundo de socialización". La caída del consumo de alcohol en Capital, luego de la ley seca, la moda de las bebidas energizantes en los boliches y hasta la actitud de los alumnos del Buenos Aires y el Pellegrini también es materia de estudio de estos analistas.

Jueves por la noche. Otra vez Florida. Bares, shopping, espectáculos en la calle. Las antenas de las cool se orientan hacia una perfumería que promociona la última fragancia de Valentino con una modelo seidesnuda soplando plumas rojas dentro de la vidriera. Concentrada en su baile sensual, quizá nunca se entere de que se convertirá en la musa inspiradora de una nueva forma de comunicar productos, ideas, conceptos....CAMBIOS